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Cómo pedir la residencia por arraigo social

El arraigo social es una de las vías más habituales para que personas extranjeras que viven en España sin papeles puedan regularizar su situación. Aunque se trata de un procedimiento administrativo, no siempre resulta sencillo. Los requisitos deben cumplirse de forma estricta y en ocasiones la falta de un documento o un error en la solicitud puede provocar la denegación. Por eso, es fundamental conocer bien cómo funciona este proceso antes de iniciarlo y, en muchos casos, contar con ayuda especializada.

Si necesitas asesoramiento, en nuestra plataforma Easyabogado encontrarás abogados especializados en extranjería que pueden guiarte paso a paso, resolver tus dudas y ayudarte a reunir toda la documentación necesaria para que tu solicitud tenga éxito.

¿Qué es la residencia por arraigo social?

La residencia por arraigo social es un permiso temporal de un año que se concede a aquellas personas extranjeras que puedan demostrar vínculos en España y un tiempo mínimo de permanencia continuada en el país. Durante ese tiempo, la persona pasa a estar en situación regular y puede trabajar, siempre que cumpla con los requisitos establecidos.

Es importante destacar que esta autorización está pensada como una medida de integración. No es un trámite automático, sino que debe justificarse adecuadamente con documentación que pruebe tanto la permanencia en España como la existencia de lazos familiares, laborales o sociales.

Obtener el arraigo social supone un gran cambio en la vida de una persona. Por un lado, regulariza su situación en España, lo que le permite vivir con tranquilidad y sin miedo a ser sancionado. Por otro lado, abre la puerta al mercado laboral, con un contrato legal y con acceso a derechos laborales y prestaciones sociales.

Además, una vez transcurrido el año inicial, es posible modificar esta autorización y acceder a permisos de residencia y trabajo de mayor duración, lo que facilita la estabilidad a largo plazo.

¿Cuánto tiempo debo haber vivido en España para pedirlo?

Uno de los requisitos principales es demostrar una permanencia continuada de al menos tres años en España. Esto significa que la persona debe haber residido en el país sin ausentarse por más de 120 días en total durante ese periodo.

La forma más común de acreditar esta permanencia es mediante el empadronamiento histórico, aunque también se pueden aportar facturas, citas médicas, contratos de alquiler o cualquier otro documento que pruebe la estancia en España.


¿Qué otros requisitos se exigen?

Además de los tres años de permanencia, hay otros requisitos básicos. La persona no debe tener antecedentes penales ni en España ni en su país de origen durante los últimos cinco años. También es necesario contar con un contrato de trabajo firmado por un año con un empleador en España, salvo en casos en los que se justifique que existen vínculos familiares o un informe de arraigo emitido por la comunidad autónoma donde reside la persona.

Ese informe de arraigo es un documento clave, porque certifica que la persona está integrada socialmente, ya sea a través de asociaciones, actividades comunitarias o vínculos familiares directos con ciudadanos españoles o residentes legales.

¿Cómo es el procedimiento para solicitar la residencia por arraigo social?

El procedimiento comienza con la preparación de toda la documentación que debe presentarse en la Oficina de Extranjería de la provincia donde resida el solicitante. Una vez presentada la solicitud, se abre un proceso de estudio que puede durar varios meses.

Si la solicitud es aceptada, se concede una autorización de residencia temporal por circunstancias excepcionales con una duración de un año. Durante ese periodo, el extranjero ya podrá trabajar de manera legal si cuenta con un contrato de trabajo. Antes de que finalice ese año, se podrá renovar y pasar a otro tipo de autorización de residencia y trabajo más estable.

En la práctica, es frecuente que muchas personas encuentren obstáculos en este trámite. Puede suceder, por ejemplo, que la Oficina de Extranjería pida documentos adicionales, que el contrato no cumpla con los requisitos legales o que surjan dudas sobre la acreditación del tiempo de permanencia.

Por esta razón, la experiencia demuestra que contratar un abogado de extranjería es en muchos casos la mejor opción. Se trata de un trámite con múltiples detalles técnicos y requisitos específicos que, si no se cumplen, pueden dar lugar a una denegación.

¿Qué pasa si me deniegan el arraigo social?

La denegación puede ocurrir cuando no se cumplen los requisitos o la documentación no es suficiente. En estos casos, la persona tiene derecho a presentar un recurso para intentar revertir la decisión.

Aquí es donde cobra especial importancia contar con un buen asesoramiento jurídico. Un recurso mal planteado puede cerrar las puertas al solicitante, mientras que una estrategia legal bien fundamentada puede marcar la diferencia entre obtener o no la autorización. Una de las tareas de un abogado de extranjería es ayudarte a recopilar la documentación adecuada para tu caso. 

El arraigo social es una de las vías más utilizadas para conseguir la residencia en España. Aunque el procedimiento pueda parecer complejo, representa una oportunidad real de integración para muchas personas que llevan años viviendo en el país.