En España cuando una persona llega al país buscando protección internacional (asilo o refugio) no siempre recibe una respuesta inmediata. Mientras se tramita su solicitud, el Estado entrega un documento provisional conocido como “carta roja”.
Esta carta es muy importante, ya que permite trabajar y residir legalmente en España mientras se resuelve la solicitud de protección. Sin embargo, no todo el mundo sabe cómo se obtiene ni qué derechos otorga. En este artículo vamos a explicarte qué es exactamente la carta roja.
Este trámite es fundamental para quienes están solicitando asilo en España. Si necesitas asesoramiento, en nuestra plataforma Easyabogado encontrarás abogados especializados en extranjería que pueden acompañarte durante el proceso, preparar la documentación y evitar errores que retrasen tu autorización.
La carta roja es un documento expedido por la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) o por las comisarías autorizadas que acredita que la persona está en trámite de solicitud de protección internacional en España.
Se llama “carta roja” por el color del papel donde se imprime, aunque su nombre oficial es “documento acreditativo de la condición de solicitante en tramitación”.
Este documento no se entrega de inmediato al presentar la solicitud de asilo. Primero se recibe la tarjeta blanca que solo acredita la presentación de la solicitud y no autoriza a trabajar. La carta roja, en cambio, sí permite trabajar y tiene una validez de seis meses renovables mientras dure el proceso de asilo.
Solo pueden obtener la carta roja aquellas personas que hayan solicitado protección internacional en España (asilo o refugio), tengan ya concedida la tarjeta blanca (primer documento provisional) y hayan pasado seis meses desde que presentaron la solicitud, sin que haya una resolución definitiva.
Con la carta roja podrás trabajar legalmente en España, tanto por cuenta ajena como por cuenta propia, residir legalmente mientras dure el procedimiento, acceder a servicios sociales y sanitarios e identificarte ante autoridades y empresas como persona solicitante de protección internacional.
Para que te concedan la carta roja, debes cumplir con estos requisitos básicos:
Haber presentado formalmente la solicitud de asilo o protección internacional.
Tener en vigor la tarjeta blanca.
No haber recibido una resolución negativa.
Acudir a la cita de renovación en el plazo correspondiente.
La carta roja se tramita en las Comisarías de Policía Nacional autorizadas o en la Oficina de Asilo y Refugio. El lugar exacto dependerá de dónde presentaste inicialmente tu solicitud. En la mayoría de los casos, el trámite se realiza en la misma comisaría donde obtuviste la tarjeta blanca.
Primero, debes presentar tu solicitud de protección internacional en España. Esto se hace pidiendo una cita previa en la comisaría o en la OAR.
Ese día se realizará una entrevista para explicar los motivos por los que solicitas asilo y te entregarán la tarjeta blanca.
Después hay que esperar seis meses. La ley establece que pasados seis meses desde la presentación de la solicitud, si no hay resolución, puedes obtener la autorización para trabajar. Es en este momento cuando se cambia la tarjeta blanca por la carta roja.
Con la cita previa para renovar la tarjeta blanca, el funcionario verificará que la solicitud sigue en trámite y que no hay resolución negativa. Si todo está correcto, te entregarán la carta roja con validez de seis meses.
Mientras tu solicitud siga en trámite, podrás renovar la carta roja cada seis meses. Cada renovación mantiene tus derechos de trabajo y residencia.
Es importante saber que la carta roja puede retirarse si:
Tu solicitud de asilo es denegada.
No renuevas en el plazo establecido.
Sales de España sin autorización especial.
Presentas documentación falsa o datos incorrectos.
En caso de denegación, perderás el derecho a residir y trabajar y deberás buscar otra vía legal para permanecer en el país.
La carta roja es un documento clave para las personas solicitantes de protección internacional, ya que permite trabajar y vivir legalmente en España mientras se resuelve su caso.
Conociendo bien los requisitos, plazos y pasos a seguir, podrás evitar retrasos y complicaciones. Y si tienes dudas o tu caso presenta dificultades, contratar un abogado de extranjería puede marcar la diferencia.