Cuando un hijo comienza a trabajar y a generar sus propios ingresos, es común que surjan dudas sobre la obligación de seguir pagando la pensión alimentaria. Muchos padres se preguntan si deben continuar con esta responsabilidad o si, por el contrario, pueden solicitar su cese. La respuesta no siempre es sencilla, ya que depende de diversos factores legales y de la situación concreta del hijo. En este artículo, te contamos en qué casos se mantiene la pensión y cuándo puede dejar de abonarse.
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Cuando un hijo trabaja se deben analizar una serie de factores para conocer si es necesario seguir pasando la pensión alimenticia o no. En términos generales se tiene que tener en cuenta si el hijo es independiente económicamente hablando.
El primer factor a analizar es la edad del hijo, ya que sus necesidades serán diferentes dependiendo de la edad. Cuando el hijo es mayor de edad, pero todavía no cuenta con recursos económicos suficientes para poder cubrir sus necesidades, se debe seguir pasando la pensión alimenticia.
El coste de vida del hijo también se tiene en cuenta a la hora de establecer su independencia económica o la necesidad de recibir pensión alimenticia. Con esto se refiere al coste de vida para cubrir las necesidades básicas; por ejemplo, dependiendo de la zona en la que viva las necesidades pueden variar y con ellas el coste de vivir.
También se tendrá en cuenta el tipo de trabajo y el salario que percibe, se intenta conocer si el trabajo le permite tener una estabilidad. Si el hijo obtiene un empleo estable con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, es posible solicitar la extinción de la pensión de alimentos. Esto también puede aplicarse si el hijo encadena trabajos temporales que le proporcionan una estabilidad económica.
Sin embargo, si el trabajo del hijo es esporádico, en prácticas o a tiempo parcial con ingresos insuficientes, generalmente se considera que aún no ha alcanzado la independencia económica. En estos casos, la obligación de pagar la pensión de alimentos suele mantenerse.
Por regla general, según el Código Civil la obligatoriedad de pagar la pensión alimenticia se termina cuando el hijo cumple la mayoría de edad, es decir, los 18 años. Pero pueden existir una serie de excepciones en la cual no se cumpla con esta norma.
Cuando el hijo tiene 18 años, pero sigue estudiando y no cuenta con recursos económicos propios, es decir, no tiene un trabajo como para poder mantenerse de manera independiente. La pensión se mantiene hasta que este finalice sus estudios o encuentre un trabajo que le permita mantenerse económicamente.
Si el hijo cuenta con algún impedimento para poder trabajar, como es el caso de tener una discapacidad la pensión se mantendrá durante toda su vida o hasta que mejore su situación y consiga recursos económicos para poder mantenerse.
La pensión alimenticia es un derecho de los hijos, lo que significa que ni los padres ni los propios hijos pueden renunciar a ella, tampoco podría transmitirse a un tercero.
Para dejar de pagar la pensión de alimentos, es necesario iniciar un procedimiento judicial de modificación de medidas. No se debe suspender el pago de manera unilateral, ya que esto podría acarrear consecuencias legales.
La única forma de modificar o extinguir esta obligación es mediante una resolución judicial que determine un cambio en las circunstancias que dieron lugar a la pensión.
Para empezar el proceso judicial, se debe demostrar que la situación ha cambiado. Existen varios supuestos, por ejemplo:
Cuenta con trabajo estable que le permite mantenerse por sí mismo
No busca activamente trabajo, a pesar de haber terminado los estudios
El progenitor ha sufrido un descenso de sus ingresos
El hijo no quiere relacionarse con el progenitor sin causa justificada
Se deberá mostrar ante el juez las pruebas de algunas de las situaciones mencionadas.
En este paso sería importante contar con la ayuda de un abogado experto en derecho de familia. Este profesional ofrecerá asesoramiento personalizado según la situación concreto y representará al progenitor en el juicio.
El abogado también será el encargado de redactar la demanda y presentarla ante el juzgado en el cual se presentó la demanda de divorcio. El hijo o el otro progenitor tendrá derecho a oponerse a esta demanda.
Finalmente, se procederá a un juicio en el cual ambas partes expondrán sus razones y será el juez el que dictamine la obligatoriedad o no de seguir pagando la pensión alimenticia.
Como hemos comentado, que el hijo trabaje y sea mayor de edad no exime al progenitor de pagar la pensión alimenticia. La obligatoriedad de pagar esta pensión será siempre decisión de un juez tras analizar la situación actual, hasta que no haya una sentencia el progenitor está obligado a cumplir con sus obligaciones de pago.