Cuando se habla de una orden de busca y captura, es normal que aparezcan muchas dudas, temores e ideas equivocadas. ¿Qué significa exactamente? ¿Cuándo se dicta? En este artículo vamos a aclararte todo lo que necesitas saber de forma sencilla y con ejemplos reales, para que sepas cómo actuar si tú o alguien cercano está en esta situación.
Si te han notificado una orden judicial o temes que pueda existir una orden de busca y captura contra ti, es fundamental actuar con responsabilidad y rapidez. En nuestra plataforma de abogados Easyabogado encontrarás abogados penalistas con experiencia, que podrán ayudarte a entender tu situación, hablar con el juzgado y preparar una estrategia legal adecuada.
Una orden de busca y captura es una medida judicial que dicta un juez para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (como la Policía Nacional o la Guardia Civil) localicen y detengan a una persona. Esta orden puede emitirse por varios motivos, pero el más común es que esa persona no haya comparecido ante el juzgado cuando estaba obligada a hacerlo.
La finalidad de esta orden no es castigar, sino asegurar que la persona se ponga a disposición del juez. Una vez detenido, el individuo es llevado ante el juzgado que emitió la orden, donde se decidirá si queda en libertad, si se le impone alguna medida cautelar (como la prisión provisional) o si simplemente se le notifica una resolución pendiente.
Si una persona no se encuentra en España y existen motivos suficientes, el juez puede solicitar que se emita una orden europea o incluso internacional de detención. En ese caso, la Policía puede colaborar con otros países a través de mecanismos como INTERPOL para localizar y detener a la persona buscada.
Las órdenes europeas de detención se aplican en el ámbito de la Unión Europea y tienen un procedimiento rápido y coordinado entre países miembros. Una vez detenido, el individuo puede ser extraditado para comparecer en España.
En la mayoría de los casos, el motivo principal es que una persona ha sido citada por un juzgado y no ha acudido. Por ejemplo, si has sido imputado en un procedimiento penal y no te presentas cuando te llaman a declarar, el juez puede entender que estás intentando eludir la justicia y emitir esta orden para garantizar tu comparecencia.
Otras veces, la orden se dicta porque el acusado ha quebrantado alguna medida impuesta por el juzgado, como una orden de alejamiento o el pago de una fianza. También puede ocurrir cuando una persona ya ha sido condenada en sentencia firme y no se presenta voluntariamente para cumplir la pena, especialmente si esta implica prisión.
En algunos casos menos frecuentes, la orden puede estar relacionada con un procedimiento civil, por ejemplo, si hay reiteradas negativas a comparecer en un juicio de familia, aunque esto es más excepcional.
Cuando un juez dicta una orden de busca y captura, significa que autoriza a las fuerzas policiales a localizarte y detenerte para que te presentes ante el juzgado. En ese momento, pasas a estar en situación de rebeldía procesal, lo que implica que el procedimiento judicial en el que estás implicado queda suspendido hasta que comparezcas.
Desde que se emite la orden, puedes ser detenido en cualquier momento: en tu casa, en el trabajo, en un control de tráfico o incluso al realizar trámites cómo renovar el DNI o el pasaporte. La Policía Nacional o la Guardia Civil tienen la instrucción de detenerte si te localizan, y una vez lo hacen, te trasladan a dependencias policiales.
Si te detienen en virtud de una orden de busca y captura, serás trasladado a comisaría, donde se te informará del motivo de la detención. Normalmente, se contactará con el juzgado que emitió la orden para organizar tu traslado lo antes posible.
En algunos casos, pasarás la noche en el calabozo y al día siguiente serás llevado ante el juez. En otros, si el juzgado está de guardia, el proceso puede ser más rápido. Allí el juez decidirá si quedas en libertad o si se impone alguna medida más grave, como la prisión provisional.
Es en este momento cuando contar con un abogado penalista que te represente puede marcar la diferencia. Tu abogado podrá presentar alegaciones, demostrar que no hubo intención de ocultarte e incluso solicitar tu puesta en libertad si se cumplen ciertos requisitos.
En algunos casos es posible evitar ser detenido si te presentas voluntariamente en el juzgado antes de que la Policía te localice. Este gesto puede interpretarse como una muestra de colaboración y buena fe, lo cual siempre juega a favor.
Una orden de busca y captura no tiene una duración fija preestablecida. En principio, se mantiene activa hasta que la persona buscada es localizada y puesta a disposición judicial o hasta que el juzgado que la emitió decide revocarla. Por tanto, puede estar vigente durante semanas, meses o incluso años, dependiendo de cada caso.
Durante todo el tiempo que está activa, la orden queda registrada en las bases de datos policiales, por lo que cualquier control o identificación puede acabar en una detención. Incluso si has cambiado de ciudad o vives en el extranjero, sigue existiendo la posibilidad de que te detengan y seas extraditado en caso de que exista una orden europea o internacional.
Una orden de busca y captura no es una condena, pero sí una situación muy delicada que conviene resolver cuanto antes. La mayoría de las veces, se origina por una falta de comunicación con el juzgado o por no haber acudido a una citación. Si este es tu caso, no lo dejes pasar: con asesoramiento adecuado, puedes evitar consecuencias mayores.