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¿Qué documentación necesitas para tramitar la nacionalidad?

Solicitar la nacionalidad española es uno de los pasos más importantes para quienes llevan años viviendo en España y desean integrarse plenamente en el país. Sin embargo, uno de los aspectos más delicados del proceso es la documentación: si falta un solo papel o algún documento no está correctamente legalizado, el expediente puede retrasarse o incluso ser rechazado.


Por eso, en este artículo te explicamos qué documentación necesitas para tramitar la nacionalidad española, qué requisitos deben cumplir los documentos y qué errores comunes debes evitar. 

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¿Qué documentación se necesita para solicitar la nacionalidad española?

Toda solicitud de nacionalidad española debe ir acompañada de una serie de documentos que acrediten la identidad del solicitante, su residencia legal y su buena conducta. En general, el expediente debe incluir documentos personales, civiles, laborales y económicos, además de las pruebas de integración en la sociedad española.


En primer lugar, necesitarás tu pasaporte completo y en vigor, junto con tu tarjeta de residencia (TIE) o, si eres ciudadano comunitario, el certificado de registro correspondiente. Estos documentos demuestran que has vivido legalmente en España durante el tiempo exigido: normalmente 10 años, aunque existen reducciones a 5, 2 o incluso 1 año en casos especiales (como matrimonio con español o refugiados).


También tendrás que presentar el certificado de empadronamiento, emitido por el ayuntamiento de tu lugar de residencia. Este documento debe ser reciente y reflejar tu domicilio actual. Si has cambiado varias veces de residencia dentro de España, es recomendable incluir también los certificados históricos para acreditar toda tu permanencia. Aunque pueda parecer un simple trámite, es una de las pruebas más importantes para demostrar que has vivido de forma efectiva y continuada en el país.


Otro documento clave es el certificado literal de nacimiento, expedido por tu país de origen. Este debe estar legalizado o apostillado (según el convenio internacional aplicable) y traducido al español por un traductor jurado si no está en este idioma. Es fundamental que la fecha y los datos sean legibles y estén actualizados.


Además, deberás presentar el certificado de antecedentes penales tanto de tu país de origen como de España. En el caso del documento extranjero, también debe estar legalizado o apostillado y traducido. Este certificado demuestra que no tienes antecedentes y, por tanto, una buena conducta cívica, requisito indispensable para obtener la nacionalidad.


En cuanto a los medios económicos, aunque no se exige una cantidad específica, el Ministerio de Justicia valora positivamente que el solicitante acredite ingresos estables. Puedes hacerlo mediante nóminas, contratos de trabajo, declaraciones de la renta o certificados de vida laboral. Si eres autónomo, tendrás que aportar documentación que demuestre tu actividad, como altas en Hacienda y en la Seguridad Social.


Otro requisito es haber superado las pruebas de integración del Instituto Cervantes: el examen CCSE, que evalúa tus conocimientos sobre la sociedad y la Constitución españolas, y el DELE A2, que acredita tu nivel de español si no es tu lengua materna. Los certificados de aprobación de estos exámenes deben incluirse en el expediente.


Finalmente, no olvides adjuntar el justificante del pago de la tasa administrativa. Sin este comprobante, la solicitud no será admitida a trámite.


Revisar cuidadosamente cada documento, asegurarte de que esté en vigor y cumplir con los requisitos de legalización y traducción son pasos esenciales para evitar problemas posteriores. Contratar un abogado de extranjería puede ayudarte a revisar los documentos antes de presentarlos y evitar demoras innecesarias. 



¿Cómo se debe presentar la documentación para la nacionalidad?

Una vez que tienes todos los documentos listos, llega el momento de presentar la solicitud. En España, este trámite se puede hacer de dos formas: presencialmente o por vía telemática.


La opción telemática, a través de la Sede Electrónica del Ministerio de Justicia, es la más recomendable. Permite enviar todos los documentos en formato digital, de manera segura y sin necesidad de desplazarte. Además, es la vía más rápida: las solicitudes telemáticas suelen tramitarse antes que las presentadas en papel.


En caso de que prefieras hacerlo presencialmente, debes acudir al Registro Civil correspondiente a tu domicilio. Allí entregarás los documentos originales o copias compulsadas. No obstante, hay que tener en cuenta que esta vía suele ser más lenta y depende del volumen de trabajo de cada oficina.


Sea cual sea la opción elegida, es imprescindible que los documentos estén ordenados, actualizados y correctamente escaneados o compulsados. Si falta alguno o se presenta sin legalizar, la Administración no podrá iniciar el expediente y te pedirá subsanar los errores.

¿Qué errores debes evitar al preparar y presentar tu solicitud?

El principal motivo de retraso o denegación de solicitudes de nacionalidad española no es la falta de requisitos, sino errores en la documentación.

Algunos de los fallos más comunes son no legalizar o apostillar los documentos extranjeros, presentar certificados caducados, no traducirlos al español por traductor jurado o entregar el empadronamiento sin actualizar. También es frecuente olvidar incluir el justificante del pago de la tasa o los certificados de los exámenes del Instituto Cervantes.


Otro error habitual es no revisar las fechas y la coherencia entre documentos: por ejemplo, si el certificado de empadronamiento no coincide con las fechas de residencia que figuran en el TIE o en la vida laboral. Estos detalles pueden generar dudas sobre la continuidad de la residencia y retrasar la resolución.


La documentación es la parte más importante de todo el proceso de solicitud de nacionalidad española. Reunirla correctamente, tenerla en vigor y presentarla de forma ordenada puede marcar la diferencia entre una solicitud rápida y una llena de retrasos y requerimientos.