En una separación o divorcio, los primeros afectados suelen ser los hijos. Sin embargo, hay otra figura clave que muchas veces se ve relegada en medio del conflicto: los abuelos. ¿Tienen derecho a seguir viendo a sus nietos? ¿Qué ocurre si los padres se oponen? ¿Qué puede hacer un abuelo o abuela que teme perder el vínculo con sus nietos tras una ruptura familiar? En este artículo abordamos todas estas cuestiones desde el punto de vista legal y explicando cómo funciona el régimen de visitas de los abuelos y qué opciones existen cuando surgen desacuerdos.

Si te presentas a un divorcio y tienes problemas en cuanto a la custodia de los niños o si eres abuelo/a y no puedes ver a tu nieto/a, necesitarás asesoramiento laboral. Un profesional podrá investigar tu situación y asesorarte sobre tus derechos. En nuestra plataforma web de abogados Easyabogado encontrarás abogados especializados en derecho de familia que pueden aconsejarte. 

¿Qué régimen de visitas tienen los abuelos?

La ley establece que no puede impedirse sin causa justificada la relación entre un menor y sus parientes, lo que significa que incluso ante un divorcio no se puede cortar la relación con los abuelos. En caso de conflicto, será el juez el que decida según los intereses del menor. 

El régimen de visitas regula cuándo y cómo pueden los abuelos compartir tiempo con sus nietos. Este acuerdo se adapta a cada situación concreta y tiene en cuenta diversos factores como la edad del menor o la relación previa al divorcio con estos. 

En este régimen pueden existir visitas ocasionales, fines de semana alternos o periodos de vacaciones. Incluso podrían especificar visitas supervisadas. El objetivo de este acuerdo es que se mantenga el vínculo entre abuelos y nietos sin interferir en la custodia legal establecida. 

En las situaciones en las que el padre o madre del niño no puede ver al menor, no podría aprovechar la visita de los abuelos para facilitar un encuentro. 

¿Qué derecho de visitas tienen los abuelos en caso de separación?

En España, los abuelos tienen derecho a mantener contacto con sus nietos incluso si los padres se separan o divorcian. De hecho, nuestro ordenamiento jurídico reconoce que los abuelos pueden desempeñar un papel muy valioso en la vida del menor, ofreciendo estabilidad, afecto y apoyo emocional.

En nuestra experiencia, hemos acompañado a familias en situaciones muy diversas: desde acuerdos fluidos y cordiales hasta disputas complejas donde los abuelos han tenido que luchar por mantener el contacto con sus nietos. 

La ley no establece los derechos concretos que tienen los abuelos, dependerá de cada situación y de lo que sea mejor para cada niño. Esto significa que en cada situación se deberá demostrar que el contacto con los abuelos es beneficio para el menor. 

El juez valorará si existe un vínculo afectivo fuerte, si las visitas aportan estabilidad y cariño al niño y si se realizan en un entorno adecuado. 

Si se acredita que las visitas con los abuelos son positivas, es muy probable que se concedan, aunque con condiciones específicas. Y si hay pruebas de que pueden ser perjudiciales, se limitarán o incluso se denegará.

En determinados casos los abuelos pueden solicitar la custodia de sus nietos. Esto suele darse cuando los padres no pueden ejercer adecuadamente su responsabilidad parental. La solicitud de custodia es un proceso mucho más complejo y debe estar muy bien fundamentado. Será necesario demostrar que la medida responde a una necesidad real y urgente del menor y que los abuelos son capaces de asumir ese papel de manera estable. También en este caso, el juez valorará si la convivencia con los abuelos es lo más beneficioso para el niño.

¿Cuántos días al mes tienen derechos los abuelos a ver a sus nietos?

No hay una regla fija sobre el número de días que los niños pueden pasar con sus abuelos. Esto dependerá de la decisión del juez o del acuerdo entre las partes. En algunos casos, las visitas pueden ser semanales o quincenales; en otros, solo durante vacaciones o fechas especiales. 

Todo dependerá de la dinámica familiar, de la disponibilidad de los abuelos, de la edad del menor y de otros elementos prácticos como la distancia entre domicilios. Por eso es tan importante personalizar cada régimen. Lo que funciona para una familia puede no servir para otra. 

Si te encuentras en una situación donde se ha roto el contacto con tus nietos o estás pensando en solicitar un régimen de visitas, lo más recomendable es contar con el apoyo de un abogado especializado en derecho de familia. Cada caso tiene sus matices y una buena estrategia legal puede marcar la diferencia entre un proceso frustrante y una resolución satisfactoria.