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¿Cómo pedir la residencia por arraigo laboral en España?

El arraigo laboral es una de las vías más importantes para obtener la residencia en España cuando has trabajado en el país pero no tienes papeles. Aunque durante años fue un procedimiento complejo y poco utilizado, hoy en día es una de las opciones más viables para quienes llevan tiempo en España y pueden acreditar una relación laboral real.


Si necesitas asesoramiento en nuestra plataforma de abogados Easyabogado encontrarás abogados especializados en arraigo laboral que pueden revisar tu caso y ayudarte a reunir la documentación correcta.


A continuación, te explicamos paso a paso cómo funciona este permiso, quién puede solicitarlo y qué debes tener en cuenta para evitar una denegación.

¿Qué es el arraigo laboral y qué exige la ley?

El arraigo laboral es un permiso de residencia de carácter excepcional regulado en el Reglamento de Extranjería. Está dirigido a personas extranjeras que hayan vivido en España durante un tiempo determinado y que puedan demostrar que han realizado una actividad laboral real.


Para poder solicitarlo, debes cumplir tres requisitos fundamentales.


El primero es acreditar dos años de permanencia continuada en España, algo que no basta demostrar con un simple empadronamiento. Las Oficinas de Extranjería suelen valorar la permanencia real mediante historiales médicos, movimientos bancarios, contratos de alquiler, certificados de atención sanitaria o cualquier otro documento que confirme que has vivido efectivamente en el país durante ese periodo. Cuanta más coherencia y continuidad tenga tu documentación, más fuerte será tu expediente.

El segundo requisito clave es demostrar que has trabajado en España durante un mínimo de seis meses. La normativa permite dos vías para acreditarlo, una es haber tenido una relación laboral regular con contrato y alta en Seguridad Social o haber demostrado una relación laboral irregular mediante una denuncia, actuación de Inspección de Trabajo o resolución judicial. En cualquiera de los casos la prueba debe ser clara y verificable, no vale con simples conversaciones, documentos informales o declaraciones sin respaldo legal.


Además, debes demostrar que careces de antecedentes penales tanto en España como en tu país de origen o residencia durante los últimos cinco años por lo que es imprescindible presentar certificados actualizados y legalizados cuando corresponda.


Este permiso no exige presentar un contrato actual ni una oferta de trabajo, pero sí pruebas claras y contundentes de que la relación laboral existió y fue real.



¿Cómo presentar correctamente la solicitud?

La solicitud puede presentarse tanto de forma presencial como telemática, aunque la vía digital es la más recomendada porque agiliza la tramitación y permite controlar mejor el expediente. Para presentarla debes reunir toda la documentación, escanearla con buena calidad y preparar un escrito claro que explique tu situación y que facilite el trabajo del funcionario que revise tu caso. Una solicitud ordenada, con documentos bien nombrados y un relato coherente, siempre tiene mejores resultados que un expediente desordenado o confuso.


Una vez presentada la solicitud la Oficina de Extranjería dispone de un plazo orientativo de tres meses para resolver. En la práctica, hay provincias que resuelven antes y otras que tardan más. Mientras tu solicitud esté en trámite es fundamental revisar con frecuencia la sede electrónica ya que cualquier notificación se comunicará a través de ese canal.

¿Qué hacer si te piden subsanar documentación?

Recibir un requerimiento de subsanación es más común de lo que parece y no implica que tu solicitud vaya a ser rechazada; simplemente significa que falta un documento, que alguno no cumple los requisitos formales o que la oficina necesita aclarar algún aspecto para poder continuar. Cuando llega la notificación dispones de un plazo limitado para responder, por lo que conviene actuar con rapidez.


Lo más importante es entender exactamente qué te están pidiendo. Si te solicitan un documento actualizado, no sirve uno antiguo. Si te piden una aclaración, conviene redactarla de forma precisa y sin contradicciones. Y si el requerimiento te genera dudas, lo ideal es pedir ayuda profesional contratando un abogado de extranjería antes de presentar algo incorrecto, porque una subsanación mal respondida suele terminar en una denegación del arraigo.