Recibir una carta de despido nunca es fácil. A la incertidumbre de perder el trabajo se suma, muchas veces, la duda sobre si la empresa ha cumplido con el plazo legal de preaviso. 

En este artículo te explicamos cuándo debe avisarte la empresa, qué ocurre si no lo hace y cómo puedes reclamar tus derechos si el despido no se ajusta a la ley. 

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¿Cuándo tiene que avisarte la empresa de un despido?

En España el plazo de preaviso depende del tipo de despido. No existe un único periodo obligatorio para todos los casos. La ley distingue entre despido objetivo, disciplinario y fin de contrato y en cada situación las reglas cambian.

Cuando el despido es por causas objetivas la empresa está obligada a comunicarlo con 15 días de antelación. Este plazo empieza a contar desde el momento en que el trabajador recibe la carta de despido.

Durante esos 15 días el empleado tiene derecho a seis horas semanales de permiso retribuido para buscar un nuevo empleo. Si la empresa no respeta ese preaviso debe pagar el salario equivalente a los días de preaviso no cumplidos. Es decir, si te despiden de un día para otro deberían abonarte esos 15 días como si los hubieses trabajado.

En cambio, si se trata de un despido disciplinario la ley no exige ningún preaviso. En estos casos, el despido es inmediato ya que la empresa alega un incumplimiento grave del trabajador (como ausencias injustificadas, desobediencia o pérdida de confianza). Sin embargo, incluso en este tipo de despido la empresa debe entregarte la carta por escrito, explicando los motivos y la fecha de efectos.

Por último, cuando hablamos de contratos temporales o de obra y servicio el preaviso depende de la duración del contrato. Si el contrato dura más de un año el empresario debe avisar con 15 días de antelación antes de finalizarlo. Si no lo hace, también tendrá que compensar esos días económicamente.

¿Qué pasa si es el trabajador quien presenta la baja?

El preaviso también existe cuando el trabajador decide irse de la empresa. En ese caso, el empleado debe avisar con la antelación que indique su convenio o, en su defecto, con 15 días naturales.

Si el trabajador no respeta ese plazo la empresa puede descontar del finiquito los días no preavisados. Este es un error común que muchos cometen al presentar su renuncia sin calcular bien los tiempos, por lo que conviene revisar el contrato antes de comunicar la baja.

¿Qué ocurre si la empresa no respeta el preaviso?

No respetar el preaviso no anula el despido, pero sí obliga a la empresa a indemnizarte por los días que falten. Por ejemplo, si te corresponden 15 días de preaviso y solo te avisan con 5 la empresa debe pagarte los 10 días restantes.

Esa cantidad no tiene consideración de indemnización por despido, sino que forma parte de los salarios que te corresponden por ley. Además, si en tu nómina o finiquito no aparece ese pago, puedes reclamarlo junto con el resto de cantidades pendientes.

En algunos casos, los convenios colectivos establecen plazos de preaviso distintos o condiciones adicionales. Por eso es importante revisar el convenio aplicable a tu sector o empresa ya que puede ampliar o reducir el periodo legal.

¿Qué puedes hacer si te despiden sin previo aviso?

Si te han comunicado el despido sin darte preaviso y además sospechas que las causas no están justificadas, lo más recomendable es contratar un abogado especializado en despidos que revise tu caso.

El abogado podrá analizar si el despido cumple los requisitos legales, si existe derecho a indemnización o si puede considerarse despido improcedente. En ese caso, podrás reclamar la readmisión o una indemnización mayor ante el Juzgado de lo Social.

Recuerda que el plazo para impugnar un despido es de 20 días hábiles desde la fecha de efectos por lo que es importante actuar con rapidez y conservar toda la documentación: carta de despido, nóminas, correos o cualquier comunicación de la empresa.

El plazo de preaviso de un despido depende del tipo de contrato y de las causas. En general, el despido objetivo requiere 15 días de preaviso, mientras que el disciplinario es inmediato. Si la empresa no cumple ese plazo, está obligada a pagar los días correspondientes.