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¿Quién puede solicitar una pensión compensatoria tras el divorcio en España?

Cuando una pareja se separa o se divorcia, no solo hay que tomar decisiones sobre la custodia de los hijos o el reparto de bienes. En muchos casos, surge una pregunta que genera bastante incertidumbre: ¿se puede pedir una pensión compensatoria?

La pensión compensatoria no es lo mismo que la pensión de alimentos. Esta última está pensada para los hijos, mientras que la compensatoria busca equilibrar la situación económica de uno de los cónyuges cuando, tras el divorcio, queda en una situación de desventaja respecto al otro. En este artículo te explicamos qué es y cómo se calcula, basándonos en lo que establece el Código Civil español.

Si estás en proceso de divorcio y tienes dudas sobre si puedes solicitar esta pensión, recuerda que en nuestra plataforma de abogados Easyabogado encontrarás abogados especializados en derecho de familia que pueden asesorarte en cada paso del procedimiento. 

¿Qué es la pensión compensatoria?

La pensión compensatoria es una ayuda económica que uno de los cónyuges puede recibir del otro tras el divorcio o la separación. Su finalidad es corregir el desequilibrio económico que se produce cuando, por ejemplo, uno de los miembros de la pareja ha dedicado la mayor parte de su vida al cuidado del hogar o de los hijos, dejando en segundo plano su desarrollo profesional.

Se trata de un derecho reconocido en el Código Civil, que establece que el cónyuge que resulte más perjudicado por la ruptura podrá solicitarla, siempre que se cumplan ciertos requisitos.

¿Quién puede pedir una pensión compensatoria?

No todas las personas tienen derecho a pedir una pensión compensatoria en caso de divorcio. La ley española deja claro que solo puede solicitarla el cónyuge que sufra un desequilibrio económico respecto al otro, siempre que ese desequilibrio sea consecuencia directa del matrimonio y su ruptura.

Por ejemplo, podría pedirla:

  • La persona que ha dejado de trabajar durante años para dedicarse al cuidado de los hijos y del hogar.

  • El cónyuge que renunció a oportunidades laborales para apoyar la carrera profesional del otro.

  • Aquel que, tras el divorcio, se queda en una situación económica claramente más vulnerable.

Por el contrario, no se concede de forma automática. Si ambos cónyuges tienen ingresos similares o la diferencia económica no es consecuencia del matrimonio, lo habitual es que el juez no reconozca la pensión compensatoria.


Factores que tiene en cuenta el juez

Cuando uno de los cónyuges pide la pensión compensatoria, el juez estudia varios elementos para decidir si corresponde concederla y en qué cuantía. 

Entre los más importantes se encuentran la duración del matrimonio y convivencia, ya que no es lo mismo un matrimonio de pocos años que uno de varias décadas. También la edad y el estado de salud de los cónyuges, se pretende valorar la posibilidad de reincorporarse al mercado laboral.

Otros aspectos son la formación académica y posibilidades de empleo. Si uno de los miembros tiene menos opciones de encontrar trabajo, esto puede justificar la pensión. También la dedicación a la familia, en este punto se analiza quién asumió principalmente las tareas del hogar o el cuidado de los hijos.

Por otro lado, también se podría valorar la colaboración en el negocio o profesión del otro cónyuge. Cuando uno ha trabajado en la empresa del otro sin recibir retribución adecuada.

En definitiva, lo que busca el juez es comprobar si el divorcio provoca un desequilibrio económico real y significativo entre las partes.

¿Cómo se solicita la pensión compensatoria?

La petición de pensión compensatoria debe hacerse dentro del procedimiento de divorcio o separación. Es decir, no se puede solicitar más adelante de manera independiente si no se reclamó en ese momento.

El cónyuge que la solicita debe acreditar el desequilibrio económico aportando documentación como contratos de trabajo, nóminas, declaraciones de la renta o cualquier otra prueba que demuestre la diferencia de ingresos y las circunstancias personales que lo justifican.

En este punto, resulta muy recomendable contratar un abogado de divorcio que oriente sobre la viabilidad de la petición y prepare la estrategia jurídica adecuada. Cada caso es distinto y los tribunales valoran de manera muy minuciosa las pruebas presentadas.

¿La pensión compensatoria es para siempre?

La pensión compensatoria no es algo definitivo y para siempre, pueden establecerse de distintas formas: 

  • Temporal, durante un número determinado de años, para dar tiempo a que el cónyuge beneficiario se reincorpore laboralmente.

  • Indefinida, cuando las circunstancias personales hacen difícil que la persona pueda superar el desequilibrio económico.

  • En forma de pago único, aunque esta opción es menos habitual, también está prevista en la ley.

Además, la pensión puede modificarse o extinguirse si cambian las circunstancias. Por ejemplo, si el beneficiario encuentra un empleo estable, mejora su situación económica o si contrae un nuevo matrimonio o inicia una convivencia similar a la matrimonial.

Por lo tanto, la pensión compensatoria en un divorcio no es un derecho automático, sino una medida que busca evitar que uno de los cónyuges quede en una situación económica injusta tras la separación. Para que se conceda, es necesario demostrar un desequilibrio real, consecuencia directa del matrimonio, y aportar pruebas que lo acrediten.